jueves, 16 de febrero de 2012

Ser virgen aún es un valor

No dejo de sorprenderme, lo reconozco. Abres el periódico, lees artículos y no sabes cómo reaccionar. Esto, por lo visto, está ocurriendo en China, dónde resulta que una mujer virgen, a estas alturas de la película, sigue siendo importante. Hasta el punto de poner en riesgo su salud.

China no quiere vírgenes falsas

El Gobierno persigue el 'kit de la virginidad', un éxito de ventas que garantiza sentirse como la primera vez, «aunque hayas tenido antes mil relaciones»


Su uso no puede ser más sencillo: solo hay que humedecer el pequeño chip y pegarlo en el interior de la vagina 15 minutos antes de que se produzca la penetración. Así, la usuaria del 'Virgin Renewal Stick' recupera su virginidad sin necesidad de someterse a una himenoplastia, la costosa operación de cirugía que reconstruye el himen. Porque, cuando se produzca el coito, la pequeña bolsa de celulosa soluble se habrá convertido ya en una fina película que, al romperse, liberará un líquido rojizo, similar a la sangre, que servirá como certificado de la pureza de la mujer. Y todo por cuatro euros.
Claro que el efecto tiene mucha más veracidad si se añade una buena actuación y una crema que ayuda a estrechar el orificio vaginal. «No importa cuántos hijos hayas tenido, ni si has hecho el amor mil veces, porque volverás a sentirte como una virgen», anuncian. Es un invento 'made in Japan', pero se fabrica y tiene más tirón en la vecina China. Algunos vendedores de ese país aseguran que, además de «devolverle la gracia al matrimonio», sirve para «prevenir infecciones bacterianas, eliminar olores, y mejorar la vida sexual».
Pero las autoridades chinas no están de acuerdo, y la semana pasada decidieron retirarlo del mercado y prohibir su venta en populares comercios 'online'. «Estos productos pueden utilizar materiales dañinos para la salud», razonaba Zhang Zhengron, director de Ginecología de un hospital militar, en las páginas del diario 'Shanghai Daily'. «El líquido rojo que simula el sangrado también es de dudosa calidad, y podría estimular la membrana vaginal y provocar infecciones».
No obstante, este periódico ha comprobado que el 'kit de la virginidad' continúa a la venta en varias de las tiendas virtuales del portal Taobao.com, y que la polémica no ha hecho sino disparar las ventas. «No lo podemos continuar promocionando como antes, pero los clientes saben cómo llegar hasta el producto, y ahora hay más interés», cuenta L.T., responsable de uno de los negocios, que no quiere desvelar su nombre. «No hay más que ver los comentarios de quienes han adquirido el producto para darse cuenta de que no tiene peligro alguno, y que las razones de su prohibición no son sanitarias». Hasta ayer este comercio 'online' había vendido 103 kits, y el 87% de los compradores le otorgaban 5 estrellas.
Lu Lu es una de las jóvenes que ha disfrutado recuperando la virginidad. La real la perdió a los quince años, una edad «normal» en la China del siglo XXI, en la que los menores de 30 practican el sexo por primera vez a los 17,4 años de media, siete menos que los de la generación anterior. No obstante, ahora, con 19, LuLu se ha encontrado con una pareja que, como el 21% de los hombres chinos, valora sobremanera la virginidad. La de la mujer, claro, porque solo el 7% considera que él debería llegar al altar sin haber practicado sexo.
«Todo funcionó bien»
«Sabía que si le contaba la verdad me dejaría», relata a este periódico la joven, que reconoce haber mantenido relaciones con una decena de personas. «Le quiero, así que no me importó comprar el chip y hacerle creer que él era el primero». Y funcionó. «Estaba un poco nerviosa y eso ayudó a crear el ambiente. En realidad, lo que me preocupaba es que saliese el envoltorio, pero todo funcionó bien». Y con la luz tenue de la habitación, la sangre falsa resultó muy convincente. «La única pega es que hay que ponérselo sin que lo vea tu pareja y hacer el amor en 20 minutos como mucho. Pero ya se lo he recomendado a un par de amigas que tienen el mismo problema que yo. No entiendo por qué se prohíbe algo así».
Lo cierto es que al gobierno chino no le hace mucha gracia la revolución sexual que viven las generaciones más jóvenes, a las que muchos tachan de amorales. «Es la falta de una buena educación sexual la que ha provocado un aumento importante de las enfermedades que se transmiten por esa vía, y no la promiscuidad, como apuntan algunos», explica el sociólogo de la universidad de Fudan, Xu Anqi. Sin embargo, varios vídeos explícitos de jóvenes practicando sexo en lugares públicos han provocado un intenso debate sobre la necesidad de inculcar los valores tradicionales chinos. Claro que muchos se preguntan si la idealización de la virginidad no debería quedar relegada del ideario colectivo de un país llamado a liderar el mundo globalizado.

FUENTE: http://www.diariovasco.com/v/20120216/mundo/china-quiere-virgenes-falsas-20120216.html

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ana, me parece demasiado lo que sucede ahora en china, lo que llegan a hacer para que su parejas piensen que sean vírgenes y así "tener más valor" en un país que es conocido por sus avances tecnológicos en el siglo XXI.
Javi B.