martes, 11 de noviembre de 2008

Soy feminista

Me preguntan hoy mis compañeros de turno de coches, que por qué las feministas no dejamos de emplear ese término para autonombrarnos, que es feo y radical y que debemos superar eso. Y me dicen, por otro lado, compañeras de trabajo, a las que quiero y respeto porque son mujeres inteligentes, que ellas no son feministas ni "ná de eso" , que ellas pasan, que "hombres y mujeres iguales pero que eso de feminista es mu radical", que ellas no van quemando sujetadores por ahí y que no todos los hombres son malos...

El feminismo es un conjunto de teorías sociales y prácticas políticas en abierta crítica de relaciones sociales históricas, pasadas y presentes, motivadas principalmente por la experiencia femenina. En general, los feminismos realizan una crítica a la desigualdad social entre mujeres y hombres, y proclaman la promoción de los derechos de las mujeres. Las teorías feministas cuestionan la relación entre sexo, sexualidad y el poder social, político y económico.

Creo que es necesario que empecemos a llamar las cosas por su nombre y que superemos visiones falsas o sesgadas de un movimiento que no demoniza a una parte de la sociedad, ni mucho menos, y que ha luchado y lucha por que la mitad de la población tenga los mismos derechos y deberes que la otra mitad.

Como este tema es importante y tiene mucho que decir..., mañana más ;)

5 comentarios:

Ojeda dijo...

Gracias, Ana, por compartir tus ideas y tus sentimientos...
En cuanto a tus compañeros/as de coche (que seguramente son majísimos/as y a quienes en ningún caso quisiera ofender)diles de mi parte que esa pretendida 'no militancia' que tanto parece valorarse ahora, también es una militancia, y no chica, en un 'partido' enorme que aporta grandes beneficios ideológicos a mucha gente.
Por cierto, todavía no se han borrado las pintadas de recuerdo de tus alumnos en el patio de 'La Zafra'
Mucha suerte con tu nuevo blog.
D.
Diego Ojeda.
Motril

Anónimo dijo...

No creo en las equidistancias, pero tampoco en la polarización. Aceptando la existencia de extremos, entramos en la misma dialéctica que los "moderados". La gama ideológica es más amplia, no ha de reducirse al "si no estás en un lado, estás en el otro".

Un saludo!

Ana Hernández dijo...

Diego, muchísimas gracias, por tu respuesta (y por la sonrisa que me has arrancado; he dejado los mejores alumnos de este mundo en La Zafra).
Totalmente de acuerdo contigo, el problema está en las energías que perdemos en discutir cosas obvias, ¿verdad? Bueno... mientras queden fuerzas...

Lola dijo...

Es una cuestión de querer aprender y olvidar prejuicios. Las feministas tenemos mala prensa, pero creo que porque no se sabe con certeza en qué consiste ser feminista. Es como en ese programa de tv que salió en todos los zappins; le preguntaban a los viandantes: "¿Es usted heterosexual?" y la mayoría de la peña daba la negativa como respuesta, pero añadiendo que eso sí, que respetaban a todo el mundo. En fin, vivir para ver.
Muy bien maestra, danos qué pensar.
Lola

Ana Hernández dijo...

:D, Gracias Lolilla (te quiero un montón)
Bueno, como se trata de ir creando redes, pues seremos pacientes, confiaremos en las amigas y maestras ;)y también en los amigos y maestros e iremos aprendiendo.

Sobre este tema algo que he leido de Monserrat Roig y que me gustaría que leyérais (o releyérais):

«Todavía en nuestros tiempos la palabra feminismo da miedo. Todavía ser “feminista” significa, para algunas
mujeres, distanciarse de los hombres, ser una mujer distinta, agresiva, amenazadora de la paz y de la convivencia.
(...) Las críticas sobre el feminismo y las feministas son hoy más sutiles y más subterráneas que en los tiempos del sufragismo.
Los ataques condicionan la vida personal de las mujeres y el desarrollo de sus vidas cotidianas. Quizás porque
no se entiende lo que significa ser feminista, quizás porque a veces sólo se analizan los aspectos más externos de
su lucha, sin intentar profundizar en las causas que la motivan.
Para algunos, las feministas son mujeres frustradas, sexual y afectivamente, que desembocan su fracaso pers o n a l
hacia un abusivo enfrentamiento entre los sexos. Para otros, son mujeres que quieren imitar al “macho” y que renuncian
a sus “naturales condiciones femeninas”. Hay quien piensa que el feminismo es una revancha irracional contra
la supremacía masculina, una especie de machismo al revés. Para los que creen esto último, las feministas son las amazonas
de un matriarcado futuro que pretenden convertir el sexo masculino en un siervo de sus ambiciones y pro p ó s itos.
A lo largo de la historia de la humanidad, ha habido pocos movimientos tan anatematizados, ridiculizados e incluso
ignorados como el feminista. Quizás porque el feminismo cuestiona las raíces más profundas de las relaciones
entre hombres y mujeres y apunta a una nueva manera de entender el mundo.» (Fuente: ROIG, Montserrat (1981):
El feminismo. Ed. Salvat, aula abierta, Madrid, p. 4.)